The Congress

Smart City 14: The Congress

En 1971, el escritor polaco Stanislaw Lem escribió la novela El Congreso de futurología (Kongres futurologiczny). En ella, en un mundo superpoblado y sin una hoja de ruta que le marque el camino a seguir para evitar una más que posible autodestrucción, reputados expertos debaten para buscar soluciones al futuro de la humanidad.

El panorama es desconsolador y hay todo tipo de catástrofes en ciernes: ambiental, urbanística, alimentaria, política… Los miembros del congreso acabarán decidiendo suministrar a toda la población terráquea un remedio llamado ‘felicitol,’ a fin de impedir una revolución que está llamando a sus puertas. La sustancia química transforma la mente de quien la respira, apremiándole a hacer el bien.

La ironía con la que Lem trata el tema hizo sonreír al lector en aquel inicio de la década de los años 70 del pasado siglo. Tal vez pocos se lo tomaron en serio, convencidos de que lo que dibujaba el autor no era más que una distopía, algo difícilmente asumible. Sin embargo, estamos en 2015 y muchas fantasías de entonces (e incluso anteriores) son casi una realidad. Si muchas de las cosas que aventuró Julio Verne en el siglo XIX tomaron carta de naturaleza menos de una centuria después, los cambios tecnológicos operados en el mundo en este XXI van, en algunos aspectos, más allá de lo imaginable.

Estamos a las puertas de una revolución de la que todavía desconocemos su sentido final, y hasta dónde puede llevar a la Tierra. ¿Estamos labrando un futuro lamentable o creando las bases de otro benévolo? La humanidad, con casi 7.400 millones de personas poblándola, se halla ante retos nunca antes enfrentados. Los agoreros anuncian una debacle; los optimistas, el mejor de los mundos. ¿Quién tiene razón?

Las nuevas tecnologías han irrumpido en los últimos tiempos de una manera fulgurante. Como cayeron los bárbaros sobre el Imperio Romano, están cambiando la faz de lo que hasta hace bien poco era nuestra terra cognita. El fenómeno ‘smart’, lo ‘inteligente’, se está asentando en todos los ambientes. Aplicado a las ciudades, donde en 2050 vivirá el 70 % de la población mundial, se trata de una opción casi inevitable si queremos que no se conviertan en un caos, como ocurría en la novela de Lem.

Del 17 al 19 de noviembre se celebra en Barcelona una nueva edición del Smart City Expo World Congress. Allí, en medio de nuevos inventos tecnológicos, volverá a cuestionarse cómo deberían ser las ciudades del futuro. Hacia donde van y, con ellas, hacia dónde va el mundo. Esperemos que los participantes en el congreso encuentren soluciones que no pasen por recetar una sobredosis de ‘felicitol’.

We use our own and third-party cookies to enable and improve your browsing experience on our website. If you go on surfing, we will consider you accepting its use.