Calidad del aire en las ciudades. Monitoreo inteligente

Equip de Mar Zolertia

Hay que actuar sobre los focos emisores de las zonas contaminadas que, en todo el mundo, coinciden con aglomeraciones urbanas económicamente dinámicas


No es nuevo afirmar que la calidad del aire en las ciudades es en general baja. Dependiendo del tipo de ciudad, de su ordenación urbanística, de su clima y del tipo de movilidad, los niveles de contaminación del aire serán unos u otros.

Y esta contaminación afecta directamente a la salud de sus habitantes. La OMS (Organización Mundial de la Salud) así lo constata afirmando que ciertos niveles de NOx (Óxidos de nitrógeno) y PM10 (partículas materiales menores de 10 micras) en el aire pueden generar problemas de salud a la población que está sometida.

El ruido es también una de las preocupaciones de los habitantes de las ciudades, pues tiene también unas repercusiones directas sobre la salud.
Los niveles de inmisión de ambos vectores (calidad del aire y ruido) se encuentran regulados por legislación y por lo tanto, deben ser objeto de atención, estudio y cumplimiento por parte del productor de este impacto.

Se trata de una contaminación con efectos locales (no globales) y esto hace que las acciones a emprender deban realizarse exactamente en el mismo ámbito donde se producen las emisiones. Por lo tanto, difícilmente se podrán plantear mecanismos de compensación de emisiones, tales como el mercado de derechos de emisiones de gases de efecto invernadero o bien los mecanismos flexibles de compensación en terceros países.

Hay que actuar por lo tanto sobre los focos emisores de las zonas afectadas que, en todo el mundo, coinciden con aglomeraciones urbanas económicamente dinámicas.

 

El origen

La baja calidad del aire se debe a altos niveles de NO2 y de PM10. Estos dos contaminados son producidos, básicamente por el tráfico, aportando el 50% de las emisiones. Otras fuentes son la generación de energía eléctrica (20%), sector doméstico (4%), transporte marítimo (15%). Las obras en la calle añaden una parte importante en los niveles de PM10. Los límites de inmisión para PM10 son de 40 μgr / m3 anuales y 50 μgr / m3 diarios. 

El tráfico es también el principal causante de altos niveles de ruido en las ciudades, sin olvidar los impactos puntuales o temporales generados por las obras. Los niveles de inmisión en uso residencial en una ciudad como Barcelona son de 65 dB (A) (diurno y tarde) y 55 dB (A) (nocturno). 

 

¿Qué puede hacer la ciudad para mejorar?

El Gobierno de la ciudad y sus habitantes pueden hacer mucho para mejorar la calidad del aire. De hecho, lo pueden hacer todo. Pero el primer paso a realizar, teniendo unos niveles de calidad objetivo y un marco legal de referencia, es el de MEDIR los niveles de calidad de la ciudad. A partir de la medida ponderada con factores meteorológicos, se estará en disposición de modelar y hacer estrategias de minimización.

 

Tecnología disponible

La compañía MAR, participada por las sociedades ENTORN SA (consultoría ambiental) y Zolertia (TIC), ha desarrollado un equipo de seguimiento de la calidad del aire mediante la medida de los niveles acústicos y de la concentración de PM10.

El proyecto de investigación se ha desarrollado a lo largo de 3 años y ha contado con la ayuda de ACCIÓ (Agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Catalunya) y la colaboración de los Ayuntamientos de Barcelona y de Hospitalet de Llobregat.

En varias fases y con diferentes prototipos de aparatos, se ha ido trabajando hasta obtener un equipo de muy buenas prestaciones que ya está en funcionamiento de manera muy satisfactoria, monitorizando diferentes obras de las ciudades mencionadas.

 De forma continuada e ininterrumpida, el equipo mide datos de PM10 y de ruido y las envía automáticamente vía WiFi o GPRS/3G. A voluntad del cliente, los datos se pueden integrar cada minuto, cuarto de hora u hora.

El cliente dispone de una plataforma donde poder realizar el seguimiento de los datos, con acceso por internet y con varias opciones para escoger el tipo de medida, el sensor o el periodo de integración.

 Este equipo es autónomo energéticamente (a través de una placa fotovoltaica), muy económico en comparación a los clásicos equipos de medida de ruido (sonómetros) o de PM10 (captadores de alto volumen) y requiere de mucho menos personal para el mantenimiento de los equipos y la obtención de datos, que los equipos tradicionales.

 

Equipo Mar de Zolertia

 

Barcelona y Hospitalet de Llobregat

Merecen una mención especial estas dos ciudades, que han colaborado activamente en el desarrollo de esta tecnología y la han potenciado. Lo han hecho incorporando en la gestión de las obras la obligatoriedad de realizar el seguimiento ambiental de las mismas, dando mucha importancia a la calidad del aire y del ambiente acústico, con la creación de Comisiones de Seguimiento y la participación del vecindario y asociaciones de comercios de las zonas afectadas.

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